La contribución de los pensionistas al plan del Gobierno para reducir el déficit público rondará los 1.500 millones de euros en el 2011. La congelación se aplicará sobre más de seis millones de personas que perciben pensiones contributivas por encima de la paga mínima, con un gasto para la Seguridad Social de unos 71.000 millones y una prestación media de 11.700 euros al año. A este colectivo solo se les abonará la paga de atrasos si la inflación del 2010 supera el alza inicial, pero no el aumento en función del índice de precios de consumo (IPC) previsto para el 2011, que puede ser del 2%. El 30% de los pensionistas que cobran paga mínima tendrán subida.