Como las famosas pilas que se anuncian por televisión, el optimismo dura y dura. Y, en este contexto, sigue la fiesta y la bolsa española alcanzó un nuevo máximo anual, al cerrar el día en la cota de los 11.777 puntos, tras registrar un ligero alza del 0,05%. Y eso gracias al tono positivo con el que abrió Wall Street. En los últimos días, cualquier indicador es bueno para dar un impulso a las compras de acciones.

Pese al ligero avance registrado en la sesión, el Ibex 35 acabó la semana con una revalorización del 2,84%, que permite acumular una ganancia del 28,07% en lo que va de año. La de ayer fue una jornada bursátil sin demasiadas noticias previstas, en la que destacó el vencimiento de los contratos de futuros. Aunque el mercado apostó por una recogida generalizada de beneficios tras las alzas de los últimos días, al final el balance fue positivo, porque en la corriente de fondo predominan las adquisiciones de frente a las ventas.

De los grandes valores de la bolsa española solo subieron Iberdrola, el 1,77%, y el Banco Santander, que se anotó un avance del 0,77%. Telefónica, por su parte, cedió el 0,9%; el BBVA, el 0,57%; y la petrolera Repsol, que acabó el día con un retroceso del 0,27%.

En el apartado de las ganancias destacaron Mapfre, que registró un avance en la sesión del 2,7%; la tecnológica Indra, que subió el 2,29%; así como las eléctricas Endesa, que ganó el 2,08%, e Iberdrola y la constructora Ferrovial, que experimentó una revalorización de sus títulos del 1,58%.

Las pérdidas del Ibex, el principal indicador bursátil español, estuvieron capitaneadas por Abengoa, que cayó el 2,43%, mientras que Grifols cedió el 1,56%; ArcelorMittal bajó el 1,4%; y Gamesa se dejó en el camino el 1,23%.

En el mercado continuo sobresalió la subida del 10,06% de Azkoyen, mientras que Corporación Dermoestética registró la mayor caída, el 9,36%, como consecuencia del final de la opa para amortizar casi la mitad de su capital.