Pocas veces la banca ha ido a una guerra con tanta desgana. Las nuevas hipotecas a tipo fijo son el resultado de la obediencia debida al Banco de España y a Economía, que cambiaron la ley. Si hay una subida de tipos --no antes de finales del 2004--, con la consiguiente hecatombe en las economías familiares y más morosos para la banca, que no se diga que el Gobierno no tomó medidas. Al Ejecutivo le pone tan nervioso la cartera que las entidades tienen comprometida en dar hipotecas, como las deudas familiares para pagar el piso.