El Tribunal Supremo condenó ayer a Alberto Cortina y su primo, Alberto Alcocer, conocidos como los Albertos, a tres años y cuatro meses de prisión por estafa y falsedad al haber engañado a los socios minoritarios sobre el precio real de venta de los solares de la plaza de Castilla (Madrid) donde se construyeron las Torres KIO.

El alto tribunal también les obliga a devolver a esos socios el dinero que dejaron de percibir por la venta. Esa cantidad ronda los 25 millones de euros (4.000 millones de pesetas) a la que hay que añadir los intereses legales desde que empezó el proceso. Fuentes próximas a los perjudicados elevan esa indemnización a 49 millones de euros.

ANULADA LA PRESCRIPCION

La sentencia anula la decisión de la Audiencia de Madrid que declaró prescritos los delitos. Por contra, los jueces del alto tribunal sostienen que esa prescripción se interrumpió cuando se presentó la querella, el 6 de enero de 1993, porque en ese escrito "aparecen datos suficientes para identificar a los presuntos culpables ", a pesar de que la demanda no fue admitida a trámite hasta unos meses después.

Los hechos por los que han sido condenados se remontan a 1987 cuando decidieron comprar un paquete accionarial del Banco Central al grupo KIO. Para obtener recursos con que pagar, decidieron vender su parte en la sociedad inmobiliaria Urbanor, de la que eran socios mayoritarios. Urbanor era titular de cuatro solares en la plaza de Castilla.

Por ello, convocaron una junta de accionistas y decidieron trasladarse a Londres para negociar con el grupo kuwaití. A esas reuniones no pudo asistir ningún socio minoritario, aunque en ellas participó el empresario Javier de la Rosa, representante de la firma KIO en España.

En la capital inglesa, Cortina y Alcocer contactaron con el representante de KIO, Richard Robinson, "y con la autorización de los socios minoritarios", firmaron un compromiso de venta para comprar los polémicos terrenos a razón de 1.388 euros (231.000 pesetas) por metro cuadrado. Sin embargo, a su regreso a Madrid, "este pacto lo ocultaron a los socios minoritarios". Y falsificaron una comunicación en la que se decía que "KIO les había propuesto comprar los terrenos a razón de 901 euros".

SE QUEDAN CON LA DIFERENCIA

Además, los Albertos advirtieron a los otros socios de que era necesario vender el 95% de las acciones para que se mantuviera el precio. "De este modo, cuanto más vendieran los socios minoritarios mayor sería el lucro que podían obtener los Albertos que hicieron propia la diferencia, hasta los 1.388 euros".

El Tribunal Supremo aplica a los dos condenados el Código Penal de 1973 por ser el más favorable, ya que permite beneficios penitenciarios. En la sentencia se explica que Cortina y Alcocer son condenados a 1 año por falsedad y 2 años y 4 meses por estafa por la "altísima y descomunal cantidad dineraria defraudada". Construcciones y Contratas, desde la que se controlaba Urbanor, ha sido declarada responsable civil subsidiaria.