A dos días del cierre del ejercicio bursátil y en vísperas de las vacaciones (la bolsa permanecerá cerrada hasta el 29 de diciembre), los inversores españoles optaron el martes por la recogida de beneficios y, por segunda jornada consecutiva, el Ibex 35 retrocedió. El martes lo hizo el 0,33%, con lo que el mercado acumula una pérdida anual del 40%.

Algo parecido sucedió en las plazas europeas, en las que París retrocedió el 0,73% y Fráncfort, el 0,21% en una jornada en la que el euro cotizó en torno a los 1,4 dólares y el petróleo bajó de los 40 dólares. Londres ganó el 0,16%.

Durante la mayor parte de la sesión, la bolsa española se mantuvo en terreno positivo. Fue al final de la jornada cuando se decantó por las pérdidas; precisamente cuando Nueva York abría en positivo, si bien con la rémora de malos datos económicos. Wall Street cambió pronto de signo y apuntó pérdidas después de confirmarse que la economía de EEUU se contrajo en el tercer trimestre y de que se divulgarán nuevos datos desfavorables sobre el sector inmobiliario.

Diez de los 35 valores del índice selectivo español cerraron en positivo. Los dos grandes bancos se situaron en terreno verde. El Santander ganó el 0,30% y el BBVA recuperó el 0,12%. El día en que la Comisión Europea aprobó, con "rigurosas salvaguardas", el sistema español de garantías para el sector financiero, los valores de la banca mediana se decantaran por las ganancias. Banesto avanzó el 0,25%. Bankinter sumó el 0,32% y Popular se revalorizó el 0,50%. Sabadell terminó plano.

El resto de los pesos pesados del selectivo español se repartieron entre la parte negativa de la tabla --donde se apuntaron Telefónica y Repsol-- y la positiva, con Iberdrola y Endesa. El peor castigo del día fue para Cintra. La falta de concreción sobre la posibilidad de que la concesionaria sea absorbida por su matriz Ferrovial parece no gustar a sus inversores, que le hicieron perder el 7,69% en la sesión del martes.