Spain is not Greece . José Luis Rodríguez Zapatero celebró ayer en Bruselas el éxito del mantra repetido por el equipo económico de su Gobierno en las últimas semanas. Con dos jornadas tranquilas en los mercados, el jefe del Ejecutivo pudo tomar aire para afirmar: "Ha quedado bastante clara la solvencia y la fortaleza de las cuentas públicas de nuestro país y la credibilidad del Gobierno para desarrollar el plan y reducir el déficit". La comparación con Grecia, dijo el jefe del Ejecutivo, "ha quedado ya superada".

Los 27 líderes de la Unión Europea (UE) se reunieron ayer en la capital belga en una cumbre "informal" convocada por el presidente permanente, Herman van Rompuy. En un principio, el dirigente belga la pensó para abordar la crisis económica en general y el plan de los Veintisiete hasta el 2020, pero el importante déficit presupuestario y el elevado endeudamiento de Grecia hizo que el cónclave se convirtiera en su tabla de salvación.

Tras la reunión, Zapatero se mostró aliviado porque la situación de la economía española no hubiera formado parte del orden del día y consideró que las críticas --sobre todo de medios de comunicación anglosajones-- se debían a la "falta de elementos de juicio", una referencia indirecta a la gira que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, hizo por Londres el lunes.

El jefe del Ejecutivo español, presidente de turno este semestre, explicó que el mensaje de apoyo a Atenas dará estabilidad a la unión económica, porque los inversores han visto que los Veintisiete ayudan a cualquier país con dificultades.

Preguntado sobre si el Gobierno español estaría dispuesto a participar en el rescate de Grecia y si se atrevería a comprar bonos de deuda pública del país heleno, Zapatero respondió afirmativamente. "España por supuesto también ayudará al Ejecutivo ateniense. Siempre asumimos nuestra cuota de responsabilidad en la UE", aseguró.

El jefe del Ejecutivo reivindicó el papel que España, como presidencia rotatoria, ha desempeñado en la confección de la declaración de apoyo a Grecia. Zapatero explicó que la "estrategia" se había fijado en un desayuno a primera hora que mantuvo con Van Rompuy y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. No obstante, el texto se remató alrededor de las once de la mañana en una reunión de la alemana Angela Merkel y el francés Nicolas Sarkozy, con Van Rompuy y el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, en la que el líder español no estuvo presente. Además, el encargado de darla a conocer fue Van Rompuy, acompañado por Barroso. Y Merkel y Sarkozy reforzaron ese mensaje en una rueda de prensa conjunta. Zapatero comparecía solo.

Por otra parte, Gobierno, patronales y sindicatos fijaron el mes de abril como límite para cerrar un acuerdo "final" sobre la reforma laboral.