--¿Por qué esta aventura?--Era un momento bueno para hacer ver que el fútbol no es el Marca y el As. Vemos demasiado lo galáctico y obviamos lo que hay en la trastienda.

--¿Cuál es su mensaje?--Es un intento de reconducir el juego más conocido del mundo a sus orígenes, analizarlo desde la lógica inicial que nos acercó a él a todos. Las siglas que bautizan la idea principal son RIP: respeto infinito por la pelota.

--¿Cuál es el mal del fútbol?--Hemos simplificado tanto su visión que parece que sólo es lo que sale por los grandes medios de comunicación. Cada vez hay menos de juego y más de negocio y resultado final.

--¿Falta análisis?--Falta simplificar todo el análisis y la reflexión. De tanto darle vueltas a lo que es, hemos complicado la noción, que resulta mucho más callejera, popular, lúdica y socializante.

--¿Prefiere el banquillo o estar sentado frente al ordenador?--No sé si más cómodo pero sí resulta más fácil escribir. No obstante, las mayores satisfacciones me las ha dado el banquillo.

--El fútbol extremeño tiene cierto protagonismo en su libro...--Sí. Aparecen personajes como el exárbitro Fidel Valle Gil o Tomás Pérez, maestro de periodistas. También se habla del equipo Corderex femenino y de futbolistas que he entrenado en el Cacereño y que ahora están en equipos importantes, como Rocha en el Villarreal. El bagaje de esa etapa está bien recogido.

--¿Qué recuerda de esa etapa?--Hay recuerdos muy buenos y también muy malos. En el proyecto del Cacereño fuimos presa de las urgencias que este deporte tiene, la incomprensión que generan los proyectos de largo recorrido y las dificultades económicas que tiene ese club para llevar a cabo las ideas.

--¿Sigue la actualidad del club?--Sí, directamente. Es un equipo que llevo muy adentro y donde tengo muchos amigos.

--¿Cómo lo ve desde fuera?--Los clubes de fútbol no son una plantilla, un presidente y unos entrenadores. Son una masa social. Un club llega a cotas altas por la confluencia de muchos apoyos e intereses compartidos. Todos deben mirar la cuota de responsabilidad que tienen en la situación actual del equipo.

--¿Se considera un innovador de los banquillos?--Un innovador tradicional. Mis verdades son las que defendía ya de niño. En Jaén me llamaban anticuado porque utilizaba un sistema en desuso, el 4-3-3 que ahora Rijkaard pone de moda.

--¿Volvería a Extremadura?--Claro que sí. Además, en primer lugar iría al Cacereño, porque es una espina clavada.

--¿Para la próxima temporada?--Hablo con Félix Campo, pero no de temas deportivos. Ya hemos pasado página, una página con sus luces y sus sombras, pero muy honesta. Ahora sería muy difícil, aunque soy el primero en asumir grandes retos.