Más de cincuenta mil personas secundaron ayer en Bilbao la llamada del tripartito vasco (PNV, EA y EB) contra el Tribunal Supremo por condenar a Juan María Atutxa, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao como autores de un delito de desobediencia por no disolver el grupo parlamentario de Batasuna.

Todo el Gobierno vasco, con el lendakari Juan Jose Ibarretxe a la cabeza; la presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao; los exlendakaris Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza, y cargos institucionales de los tres partidos convocantes abrieron la comitiva, que discurrió en silencio y entre aplausos tras el lema En defensa de nuestras instituciones .

El recorrido por la arteria principal de Bilbao tuvo que demorar su inicio veinte minutos para dar tiempo a que finalizara otra manifestación convocada contra la pobreza, que apenas cosechó seguidores.

SEGUNDA VEZ La de ayer era la segunda vez que fuerzas aliadas en el Gobierno llamaban a los ciudadanos a reaccionar ante una decisión judicial que compromete a los máximos representantes del País Vasco.

Si hace un año (el 30 de enero de 2007), 45.000 personas salieron a la calle para denunciar la imputación del lendakari Ibarretxe por hablar con Batasuna, la cifra se superó ayer cuando se trataba de hacer evidente el rechazo a la "ingerencia" del Supremo en las decisiones que adoptó la mesa del Parlamento.

Sin embargo, el comunicado que puso punto final a la marcha comenzó precisamente negando que el objetivo de la convocatoria fuese "presionar a los jueces o menoscabar su imparcialidad". Los convocantes subrayaron que no quieren "ni favores judiciales" ni situar a sus representantes "por encima de la ley", pero que sí exigen justicia.

UNA ESTRATEGIA En su mensaje final a la ciudadanía, leído por un periodista portavoz del plataforma Pro Derecho a Decidir, PNV, EA y EB descalificaron con rotundidad la decisión del Supremo. Dijeron que "sabotea" la autonomía del Parlamento, actúa contra el Estatuto y exhibe un "doble rasero" por exonerar a Emilio Botín y condenar a Atutxa sin que en ninguno de los dos casos hubiera acusación fiscal.

Pero añadieron que "más grave y perverso" es aún constatar que la decisión "no es una casualidad", sino que constituye la antesala de "una estrategia" puesta en marcha por una "parte de la judicatura". Según el tripartito, el paso del Supremo se concatena con las últimos resoluciones del Tribunal Superior Vasco para enjuiciar al lendakari por su diálogo con Batasuna.

"¿Hacía dónde nos quieren llevar" se preguntó el tripartito antes de contestar que se responderá desde la serenidad y exigiendo "respeto" para quienes dignifican las instituciones.