Antes de finalizar junio, los gobiernos autonómicos y las corporaciones locales deberán detallar ante el Ministerio de Economía sus planes para reducir el déficit público en 5.000 millones en tres años. Este es el ajuste que, según el plan de austeridad aprobado por el Gobierno, les corresponderá a las administraciones territoriales para lograr, entre todas, reducir el déficit público desde el 11,4% del PIB del 2009 al 3% que impone la Comisión Europea para el 2013.

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, explicó ayer en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados que en marzo se reunirá con los representantes autonómicos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPPF) para consensuar la senda de reducción del déficit de cada comunidad. Lo mismo se hará con las corporaciones. Después, tendrán tres meses para presentar sus respectivos planes de ajuste "con contenido similar al del Estado", dijo.

Para el caso del Estado, se ha previsto una reducción del 4% en gastos de personal hasta el 2013, así como un recorte del 15% en los de funcionamiento, además de una caída en inversiones y en transferencias. Todo ello debe contribuir a un ajuste de 52.000 millones en la Administración central, al que ayudarán las subidas de impuestos.

Durante su comparecencia, la vicepresidenta fue objeto de un grosero (descortés, según la RAE) acoso por parte del popular Cristóbal Montoro. Mientras el diputado abrumaba con cifras a Salgado, esta miró sus papeles. En tono iracundo, Montoro la conminó a dejar de buscar "el datillo" y la acusó de no ser capaz de mantener un diálogo "con la cabeza levantada", en vez de agacharla, "buscando la cifrilla". Además, puso en duda que la ministra "domine" la materia económica. Salgado enrojeció ante el exabrupto, pero esperó hasta el final para responder: "el mayor pianista del mundo Richter, en su opinión jamás se aprendió una partitura".