Apenas una referencia a la belleza de la ciudad. Eso fue lo único que pudieron grabar ayer los medios de comunicación de la conferencia sobre la actual situación económica que pronunció ayer el expresidente del Gobierno José María Aznar durante la clausura de unas jornadas empresariales celebradas en Sevilla.

Una intervención en la que auguró que el riesgo de una "gran depresión" económica es "aún bajo" y abogó por un número mayor de privatizaciones y reformas laborales.

PREGUNTAS SIN RESPUESTA A diferencia de lo ocurrido en días anteriores, en los que sí se permitió grabar los primeros minutos de la intervención del también expresidente Felipe González o del premio Nobel de Economía 2008 Paul Krugman --que incluso concedió una rueda de prensa previa--, los asesores del anterior presidente del PP se limitaron a repartir una copia de la conferencia que fue leída por Aznar y a conminar a los medios de comunicación a no grabar de ninguna manera. Tampoco quiso responder a ninguna pregunta a la entrada ni a la salida, ni siquiera sobre las investigaciones judiciales en las que se encuentra inmerso el PP.

En su discurso, el expresidente del Gobierno consideró que tan solo existe el riesgo de caer en una "gran depresión" como la que se produjo en los años 30 si se repiten los errores de entonces, entre los que citó el proteccionismo comercial o la expansión descontrolada del gasto público. Y como ya se dejan ver "algunas señales negativas" recomendó a los líderes políticos "inteligencia y pragmatismo" en temas como la política monetaria, la actividad supervisora del Estado y el desarrollo de políticas públicas sobre vivienda.

Después de resaltar que el capitalismo "no desaparecerá" y que la economía norteamericana saldrá fortalecida y disparada hacia una nueva senda de crecimiento, se centró en la situación actual de España, donde la repercusión de la crisis ha sido mayor al tener también unas raíces "políticas y morales".

Asimismo, Aznar afirmó que "no hay espacio para políticos con minúscula, que no ven más allá del día siguiente y que no valoran más que la encuesta de la semana o el eslogan más o menos afortunado", y propugnó pactos sobre la racionalización del modelo autonómico.