La justicia belga ha autorizado la extradición a España de Yusef Belhadj, el presunto portavoz de Al Qaeda en Europa, reclamado por el juez Juan del Olmo. El Tribunal de Casación, equivalente al Supremo español, sentenció que no hay problemas de procedimiento y su decisión es inapelable. Belhadj está considerado por la policía española como la persona que reivindicó los atentados en el vídeo que se encontró cerca de la mezquita de la M- 30 de Madrid, dos días después de la masacre.

Belhadj viajó a Madrid un mes antes de los atentados y se alojó en casa de sus sobrinos. Poco antes del 11-M, huyó. La ley belga estipula que la entrega debe ejecutarse en un máximo de 10 días, aunque Bélgica y España podrán elegir otra fecha de común acuerdo.

SEGUNDO EXTRADITADO El detenido estaba en libertad desde junio del 2004 y tenía la obligación de permanecer en territorio belga y de presentarse ante la policía desde marzo del 2004 por formar parte del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM). Belhadj se convierte --tras Rabei Osman Sayed, El egipcio -- en el segundo implicado en los atentados del 11-M que es extraditado a España por parte de un país de la Unión Europea. En el caso de El egipcio fue Italia el país que procedió a su entrega a las autoridades españolas.

Por otra parte, dos reclusos musulmanes, uno de nacionalidad española y otro marroquí, fueron detenidos en la cárcel de Ceuta por su presunta vinculación con el terrorismo islamista internacional. Las detenciones fueron ordenadas por la Audiencia Nacional a instancias de la dirección del centro, que sospechó de su relación con el terrorismo islamista por los documentos encontrados en la celda que compartían. La cárcel intensificó los registros tras la operación Nova para desarticular la trama organizada por Mohamed Achraf, preso en Suiza. Este había organizado a un grupo de presos dispuestos a cometer un atentado suicida contra la Audiencia Nacional y otros edificios de Madrid en cuanto recuperaran la libertad. Los detenidos son Redouan Ahmed Alí y Redouan Ben Fraima. Ambos estaban presos a la espera del juicio por tráfico de inmigrantes.

EL ESPIA SOCIALISTA En relación a la acusación del PP de que el PSOE accedió a información privilegiada sobre el 11-M a través del militante socialista y supuesto colaborador del CNI Fernando Huarte, José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que se trataba de una "cábala". El presidente atribuyó la ofensiva al "trauma electoral" del 14 de marzo y pidió al partido de Mariano Rajoy que se "serene", informa Marco Schwartz.

El PP replicó con dureza a Zapatero. El secretario general de los populares, Angel Acebes, instó al presidente del Gobierno a "aclarar" si recibió información de Huarte antes o después del 11-M. Le acusó, además, de convocar el pacto antiterrorista "sólo cuando le conviene" y de "ocultar" información.