José María Aznar se mostró convencido, después de entrevistarse ayer en la Casa Blanca con el presidente de EEUU, George Bush, de que la documentación que Sadam Husein ha entregado a la ONU sobre el potencial armamentístico de Irak presenta "muchas carencias". Opinó, sin embargo, que el líder árabe aún dispone de una oportunidad para evitar un ataque a su país si procede a la eliminación de sus arsenales.

Aznar, que culminó ayer una visita de dos días a Washington, admitió que no conoce la documentación iraquí, que hasta ayer estaba exclusivamente en manos del Gobierno estadounidense. Sin embargo, en rueda de prensa posterior a su almuerzo con Bush, aseguró que "hay motivos para pensar que pueden haber muchas carencias" en la información aportada por Irak.

Al hacer un repaso de las relaciones de su Gobierno con la Administración norteamericana, Aznar dijo que "no todo es motivo de acuerdo" y que "en algunos casos hay diferentes modos de ver las cosas", pero a renglón seguido añadió que ambos coinciden en el principio de que el terrorismo "es una de las principales amenazas" y expresó su voluntad de que España y EEUU sigan juntos en esta empresa.

ELIMINACION DE TERRORISTAS

Preguntado sobre la decisión de Bush de autorizar por escrito a la CIA la eliminación de 24 supuestos terroristas de Al Qaeda, Aznar eludió una respuesta directa y respondió: "No creo que sea una cosa nueva", tras lo cual subrayó: "Yo no he tomado nunca una decisión de ese tipo ni tengo previsto que la vaya a tomar".

El presidente, que desde la oposición criticó con dureza al PSOE por la guerra sucia de los GAL contra ETA, se mostró en esta ocasión muy cauto en su respuesta y remitió al periodista a que dirigiera su pregunta "a la Administración estadounidense".

Aznar defendió la base legal para un hipotético ataque a Irak, y aprovechó la ocasión para criticar a los socialistas que habían condenado a Washington por adelantado, dando por sentado que iba a proceder a un ataque unilateral a Irak sin el consentimiento de la ONU. Omitió que Bush recurrió al Consejo de Seguridad de la ONU ante la presión internacional, en particular la de países como Alemania y Francia, y no por voluntad propia.

PALABRAS DE ELOGIO

Antes de reunirse a solas con Bush en el Despacho Oval de la Casa Blanca, ambos mandatarios expresaron su coincidencia de puntos de vista en la lucha contra el terrorismo internacional. Bush calificó a su huésped como "uno de los líderes más fuertes del mundo en lo que respecta a la preocupación de mantener la paz y combatir el terrorismo".

Por su parte, Aznar manifestó su deseo de que España y EEUU sigan trabajando "en estrecho contacto" en la lucha contra el terror y contra las armas de destrucción masiva, y en la "defensa de un mundo más justo, más libre y más estable".

El encuentro de los dos presidentes se produjo en vísperas de que Bush entregue el informe de Irak a los demás miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. De acuerdo con algunos informaciones no confirmadas, también entregará una copia a España, que entrará a formar parte del consejo, en calidad de miembro no permanente, el 1 de enero.

LEGALIDAD INTERNACIONAL

En su encuentro con los periodistas, Aznar sostuvo que se están haciendo "todos los esfuerzos" para que Sadam cumpla las exigencias de la ONU y se deshaga de sus arsenales. "Todos los países deseamos una solución estable y pacífica", dijo el presidente. Y apostilló: "Lo que no podemos aceptar es que alguien desafíe la legalidad internacional".

Aznar no planteó a Bush la menor discusión sobre los preparativos que se desarrollan en el marco de la operación Libertad Duradera , después de que la Armada española interceptara, a petición de EEUU, un barco cargado con misiles Scud con destino a Yemen y fuera obligada luego por los propios norteamericanos a dejarlo en libertad. Según fuentes de la Moncloa, Aznar considera el caso cerrado y se ha dado por satisfecho con las disculpas del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y con la carta que le envió Bush.