ETA volvió a sufrir un revés con la detención, en Francia, de otro presunto miembro de la banda, por gendarmes franceses en colaboración con agentes de la comisaría de información del Cuerpo Nacional de la Policía.

Mikel Barrios, de 21 años, llevaba seis meses escondido en Francia tras burlar una operación policial contra la kale borroka en Navarra que dirigió el juez Fernando Grande-Marlaska, y que posibilitó la detención de otros tres miembros de la ilegalizada organización Segi.

La detención de Barrios, una más en estas dos intensas semanas de actividad policial contra una banda que el sábado volvió a matar, se conoció justo en cuando el lendakari, Patxi López, era ovacionado en un desayuno informativo en Madrid.

En su primera intervención pública fuera de Euskadi como presidente del Gobierno vasco, reiteró algunos de los pasajes que ya utilizó tras la manifestación del sábado en Bilbao contra el asesinato del policía Eduardo Puelles. Habló mucho de la unidad de los demócratas y del respeto. A ETA solo le pronosticó un camino: su desaparición.

El lendakari tuvo además un recuerdo para las víctimas y, por ellas, prometió que en los próximos presupuestos no se destinará "ni un euro" a subvencionar visitas de familiares de ETA a las cárceles. Y no hace falta que condenen el terrorismo. "No pagaremos visitas a asesinos cuando otros solo pueden visitar cementerios", afirmó López.