Los ayuntamientos de las principales poblaciones extremeñas mostraron ayer, con cinco minutos de silencio, su rechazo a la barbarie terrorista de ETA, expresada en el último atentado contra el exconcejal socialista de Arrasate Isaías Carrasco. A las concentraciones silenciosas asistieron varios cientos de ciudadanos extremeños.

A las puertas del ayuntamiento de Mérida, los emeritenses mostraron su repulsa acompañados, entre otros, por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara; el de la Asamblea, Juan Ramón Ferreira, y varios consejeros. Al término de la concentración, Fernández Vara dijo que el domingo habló con la viuda del exconcejal, María Angeles Romero, a la que le mostró su más sentido pésame en nombre de todos los extremeños.

Fernández Vara declaró que aunque es "imposible rellenar el hueco", le ha transmitido que cuenta con el "apoyo indiscutible de la tierra donde procede", ya que tiene familiares en Quintana de la Serena. De hecho, según confirmaron ayer vecinos de la localidad, la mujer es hija de un matrimonio de Quintana que emigró a Mondragón, donde aún viven. Además, en el municipio pacense María Angeles aún conserva a un tío, Francisco Romero --hermano de su padre--.

"El asesinato, el terror y la muerte nunca pueden tener ninguna explicación por mucho que nos empeñemos en querer buscársela", agregó Vara.

El secretario regional del PP, César Díez Solís, también presente en la concentración, expresó el sentimiento de repulsa de los populares extremeños por este "terrible" atentado, un asesinato que calificó de "impune".

El alcalde de Mérida, Angel Calle, agradeció la presencia de ciudadanos en la concentración y aseguró que la muerte de Isaías Carrasco "no va a ser en vano", que con ello, empieza una nueva etapa en la política española que él desea que sea "sin crispación y confrontación política".

En Badajoz, alrededor de 200 personas se concentraron en un acto en el que estuvieron el alcalde, Miguel Celdrán; la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira; el arzobispo de Mérida Badajoz, Santiago Aracil; los diputados socialistas por Badajoz en el Congreso, José Alberto Cabañes, Francisco Fernández Marugán y Marisol Pérez, así como el secretario regional de CCOO, Julián Carretero. Celdrán afirmó que una vez más tienen que reunirse los demócratas "en esta plaza pública y centro de la vida social de la ciudad", para condenar con indignación "el cobarde asesinato de Isaías".

El primer edil condenó sin paliativos "a quienes organizan y ejecutan los actos violentos, a quienes lo alientan, a quienes los justifican y a quienes miran para otro lado cuando ocurren estos asesinatos" y expresó la solidaridad de la ciudad con la familia de la víctima, con sus compañeros de partido y de corporación en el Ayuntamiento de Mondragón, "que sienten muy de cerca la violencia terrorista".

En Cáceres, cerca de un centenar de personas se sumaron al acto convocado por la Federación Extremeña de Municipios (Fempex). La alcaldesa, Carmen Heras, indicó que esta era "la única manera de recordar a Isaías" y de manifestar los demócratas que el Estado de Derecho siempre prevalecerá "por encima de aquellos que utilizan las pistolas para imponer sus ideas".

El portavoz del Grupo Municipal Popular, Francisco Javier Castellano, subrayó que en un acto como el celebrado ayer "sobran las palabras" y aprovechó para "mandar un abrazo y un sentimiento de adhesión a la familia de Isaías Carrasco, y a toda la familia de ese gran partido que es el PSOE".

En Plasencia, al paro se sumaron alrededor de un centenar de personas, entre ellas la alcaldesa placentina, Elia María Blanco; el obispo de la diócesis, Amadeo Rodríguez Magro, miembros de la corporación municipal y representantes de todos los sectores de la sociedad local. Blanco destacó que los placentinos se han concentrado "para decir a los terroristas de ETA que no les queremos en este país, que no queremos que se utilice la violencia y que lo único que hay que utilizar es el diálogo".