"Si lo ha dicho en broma, es patético y grotesco, y si lo ha dicho en serio, necesita ayuda". El comentario del vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, refleja el grado de indignación en las filas socialistas por las palabras, el sábado por la noche, del presidente valenciano, Francisco Camps, sobre el abuelo de José Luis Rodríguez Zapatero.

En un mitin en el Teatro Principal de Castellón, el dirigente del PP recordó a su abuelo, natural del vecino pueblo de Borbotó, y soltó: "A mí mis abuelos me transmitieron ternura, cariño. El cariño y la ternura que los abuelos transmiten forman parte esencial de la educación de cualquier persona. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero comenzó con la historia de un abuelo, el abuelo de Rodríguez Zapatero, que parece que no le transmitió la ternura y el cariño que normalmente transmiten los abuelos a sus nietos". Le faltó mencionar que el abuelo del presidente del Gobierno fue fusilado en 1936 por permanecer leal a la República.

El Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica exigió una rectificación pública. Zapatero, mientras, abrió ayer un mitin en Gijón afirmando que se encontraba "de buen humor". "Y eso --añadió--, a pesar de las cosas que dice el PP sobre mí".