El 12 de enero murió un país y otro nació de sus ruinas. Ayer, dos meses después de uno de los terremotos más mortíferos que se recuerdan, la titular de Defensa, Carme Chacón, visitó lo que queda de Haití para comprobar de primera mano la labor de los 423 militares que el 22 de enero zarparon de Rota (Cádiz) a bordo del buque Castilla para auxiliar a los supervivientes. Con su presencia, la ministra quiso reafirmar la solidaridad española con el pueblo haitiano. También escuchó de boca de las autoridades de la isla que España es el tercer país en donaciones.

Siete días después del temblor que mató a 222.570 personas e hirió a 310.928, Chacón anunció el envío a la isla del Castilla, el buque de asalto que, desde el 4 de febrero, ha dado cobertura sanitaria a la población de Petit Goave, a poco más de 70 kilómetros de Puerto Príncipe. En esta ciudad costera se calcula que murieron casi 2.000 personas.

Un total de 73 personas han sido tratadas en el buque, entre ellas las cuatro primeras mujeres que han dado a luz en un barco de la armada española. Jean Luis Castilla, bautizado así por los militares españoles, fue el primer bebé en abrir los ojos, el pasado 12 de febrero, justo un mes después del temblor.

La ministra se entrevistó con el jefe de la misión de la ONU para Haití, Edmond Mulet, y puso a disposición del Gobierno del país casas prefabricadas. Mulet transmitió a Chacón la necesidad de ofrecer cobijo a la población en los campos de refugiados. Algunos ordenados, y otros, improvisados y sin control.