Hubo un momento, hace tres meses, en el que las altas esferas socialistas pudieron tomar aire: tras revelarse la parte principal del sumario del caso Gürtel, el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reflejó que habían acortado la distancia con el PP hasta los 1,5 puntos. Pero abril fue abril, y julio ha sido julio. El organismo dio a conocer ayer los resultados de su cíclica encuesta política, realizada entre el 15 y el 22 del mes pasado, y lo que constatan es un vuelco de esa tendencia. El recorte social aprobado por el Gobierno ha hundido las expectativas del PSOE, que ha perdido 3,1 puntos y ya está a 6,3 de los populares, que suben 1,7.

Si las elecciones generales se hubiesen celebrado en los días en que el CIS preguntó a 2.472 ciudadanos, unas jornadas que coincidieron con el bronco debate sobre el estado de la nación, los conservadores habrían conseguido el 41,2% de los votos, frente al 34,9% de los socialistas. La ventaja, la mayor para los de Mariano Rajoy desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó a la Moncloa, coloca al PP cerca de la mayoría absoluta, como reflejó el Barómetro de Primavera de EL PERIODICO DE EXTREMADURA. Por detrás de ambos, el CIS plasma una bajada de IU (pasa del 5,8% en abril al 5,4%), una subida de medio punto de CiU (del 3,6% al 4,1%) y un ascenso de UPD en cinco décimas (del 3,3% al 3,8%), mientras que el PNV se queda igual (1,3%) y ERC eleva en cuatro décimas sus expectativas electorales (del 1% al 1,4%).

Los porcentajes sobre estimación de voto del barómetro de julio suponen una magnífica noticia para el PP, pero solo en este apartado de la encuesta. Dos apuntes: el 32,9% de los españoles califican la labor opositora de los populares de mala, el 28,2% de regular, el 28% de muy mala, y solo el 7,7% de buena; Rajoy continúa sin despegar en popularidad: obtiene una nota de 3,14, algo mejor que la de la anterior encuesta del organismo público (entonces fue de 3,09), pero lejos de la de Zapatero, que sin ser buena es de 3,48, solo por detrás de Rosa Díez, de UPD (3,69), y de Josep Antoni Duran Lleida, de CiU (3,72).

Tampoco ha de tener el Gobierno razones para el entusiasmo. El 34,7% de los ciudadanos tachan su gestión de regular, el 32,2% de mala, el 23,3% de muy mala y el 7,2% de buena. Y la valoración del presidente sigue cayendo barómetro tras barómetro: del 3,98 de enero pasó al 3,71 de abril, y de ahí, al 3,48.

INTERPRETACIONES Fuentes de La Moncloa destacaron que el jefe del Ejecutivo sigue estando mejor valorado que el de la oposición, que el 85% de los españoles tienen poca o ninguna confianza en Rajoy (lo cual no quita que el 80% opine lo mismo de Zapatero) y que el porcentaje que piensa que dentro de un año la situación económica será mejor que la actual ha subido del 16% al 22%. Desde el PP, su vicesecretaria de organización, Ana Mato, dijo que la encuesta, pese a serle favorable, muestra "un sesgo hacia la izquierda", y se ha publicado en agosto para ocultar el "desplome" del PSOE. Es solo un barómetro, pero da para tantas interpretaciones como intereses partidarios existen.