Convergència i Unió (CiU) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) demostraron ayer en el Congreso, con gestos de apoyo al PSOE, su voluntad de mantener y reforzar si cabe la política posibilista y de mano tendida al Gobierno, pese a ser oposición en Cataluña y el País Vasco.

Así, la federación nacionalista, junto a Coalición Canaria, salvó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de tener que dar la cara en un pleno extraordinario del Congreso para abordar su gestión de la crisis. Una comparecencia a la que el PSOE se había comprometido con los grupos de ERC e IU-ICV en enero. Por su parte, el PNV evitó con su abstención que prosperara la comparecencia del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, solicitada por el PP para abordar "las continuas redadas indiscriminadas de inmigrantes irregulares".

Ambas votaciones de nacionalistas vascos y catalanes tienen valor por sí mismas, pero especialmente como indicadores cara al nuevo curso político parlamentario. CiU tenía claro que la comparecencia inmediata de Zapatero en el Congreso se habría centrado en el pacto de financiación, dejando a la federación nacionalista al lado del PP, a la contra pese a que por motivos opuestos. Pero más allá de la coyuntura, CiU quiso lanzar el mensaje de que sus severas críticas a Zapatero por el nuevo sistema de financiación no les van a impedir "seguir haciendo política" en Madrid, como explicó un destacado diputado convergente. Su intención es no apoyar los próximos presupuestos del Estado, pero sí estar en esta y todas las negociaciones posibles para mantener la imagen negociadora y moderada de la federación.

OFERTA DE DIALOGO Por su parte, fuentes del PNV confirmaban ayer que, en sintonía con su oferta de diálogo al PSE en Euskadi, su voluntad en Madrid será ahora la de la mano tendida, presupuestos incluidos, para no ceder a la izquierda el monopolio negociador. Esta actitud contrasta con la de los partidos que supuestamente deberían estar más satisfechos con el Gobierno por la financiación, ERC e Iniciativa. Ambos grupos denunciaron ayer el incumplimiento del compromiso adoptado por el PSOE para que Zapatero compareciera este verano. El portavoz de ERC, Joan Ridao, advirtió de que toma "buena nota del valor más que relativo de los compromisos del presidente".

Gaspar Llamazares, portavoz de IU, añadió que la mayoría de izquierdas esbozada por los socialistas hace unas semanas "parece ser flor de un día". Por su parte, la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió a Ridao de que no esté tan tranquilo de que "lo que le ha dicho el Gobierno sea cierto" en cuanto a la nueva financiación. El PSOE adquirió un nuevo compromiso: la comparecencia de Zapatero tras el verano, en la primera quincena de septiembre.