El Consejo de Ministros acordará hoy la disolución del Ayuntamiento de Marbella, por su gestión "gravemente dañosa para los intereses generales", y encargará a la Diputación Provincial de Málaga la creación de una Comisión Gestora que se haga cargo de la administración de la ciudad hasta las elecciones del 2007.El Gobierno tendrá sobre la mesa, como exige la ley, los informes a favor de la disolución emitidos por el Senado y por la Comisión Nacional de Administración. También cuenta con un dictamen del Consejo de Estado que establece que no hay plazo suficiente para convocar nuevas elecciones en ese municipio y que, por lo tanto, procede encargar la gestión del municipio a una gestora.Esta será la primera vez en la historia reciente de España que un Gobierno disuelva una corporación municipal. Lo hará basándose en el artículo 61 de la ley de Bases de Régimen local que le permite, a iniciativa propia o a instancias, como en este caso, del gobierno autonómico, disolver "los órganos de las corporaciones locales en el supuesto de gestión gravemente dañosa para los intereses generales que suponga incumplimiento de sus obligaciones constitucionales".