ETA advirtió en un vídeo emitido este verano que iba a centrar su estrategia, tras la ruptura del alto el fuego, en tres ejes principales. Robo de material explosivo, fabricación de bombas lapa y ejecuciones sumarísimas con un tiro en la nuca. De la siniestra lista, resta por ejecutar el último punto. Y esta última cuestión preocupa hondamente a las fuerzas de seguridad del Estado porque, dicen, "los etarras están débiles pero rabiosos"

Las actuaciones preventivas para lograr que no se ejecute la totalidad del macabro listado se centran en seguir deteniendo a quienes han demostrado capacidad para asesinar y potenciar el trabajo de los escoltas. Para evitar el robo de explosivos, el Ministerio de Interior advirtió a sus colegas vecinos de Francia de que las reservas de la banda estaban bajo mínimos, por lo que convenía controlar el acceso de los etarras a las fuentes de material.