No hubo sorpresas. Se produjo ayer el esperado empate a 33 votos entre Juan María Atutxa (PNV) y Miguel Buen (PSE) como candidatos a presidir el Parlamento vasco. Este resultado, inédito en los 25 años de vida de la Cámara, obligó a suspender la sesión constitutiva del legislativo hasta hoy, en que se volverá a repetir la votación en espera de que el bloqueo se quiebre.

El reparto de los 75 escaños de la Cámara entre siete fuerzas y la resaca del desencuentro que en estos años ha enfrentado a nacionalistas y no nacionalistas dejó ver su primer efecto en la nueva legislatura.

Los hasta ahora aliados de Gobierno, PNV (22), EA (7) y Ezker Batua (3) sumaron el apoyo de Aralar (uno) para alcanzar los 33 votos para Atutxa, frente a la entente de PSE (18) y PP (15), grupo este último que respaldó al socialista Buen. Los nueve parlamentarios del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) votaron en blanco.

La sesión transcurrió entre gran expectación, sin incidentes y ateniéndose al reglamento. Los parlamentarios tomaron posesión de sus escaños y, constituida la Mesa de edad, en la que Atutxa es vicepresidente segundo , empezaron las votaciones.

33 A 33 Las dos primeras exigían mayoría absoluta --38 apoyos, para ser elegido--. Buen obtuvo 33 y Atutxa 32, porque la parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, votó en blanco en protesta por la "falta de acuerdos". También la segunda requería mayoría absoluta, pero ya hubo un primer empate. Durante la tercera se reflejó de nuevo el 33 a 33, y la presidenta de la Mesa de edad, María José Lafuente (PP), anunció la suspensión.

La explicación del bloqueo se plagó de reproches entre los distintos portavoces que, en principio, no reflejaron ninguna disposición a rectificar su postura.

Así, la diputada de EHAK, Nekane Erauskin, culpó al PNV de la "ridícula situación" por no avenirse a negociar con su grupo la identidad del nuevo presidente de la Cámara."Si proponen a cualquier otra persona, tendrán nuestros votos", prometió la que se confirma como portavoz del nuevo grupo, en un veto expreso a la candidatura de Atutxa.

También el socialista Rodolfo Ares se manifestó "abierto" a la búsqueda de un consenso para la nueva Mesa siempre que Atutxa no la dirija. "El PNV no ha entendido nada y sigue comportándose como si tuviera mayoría absoluta", denunció.

El popular Leopoldo Barreda manifestó no tener dudas a la hora de poner los votos del PP "al servicio del cambio". De hecho, comprometió el apoyo al candidato del PSE antes de saber que Buen era finalmente el designado por la ejecutiva socialista para disputar la presidencia.

El peneuvista Joseba Egibar cargó contra PP, PSE y EHAK. Dolido por la actuación conjunta contra Atutxa, aseguró que el veto político "no tiene precedentes" en la vida parlamentaria y acusó a los tres partidos de quebrar un "principio democrático". Recalcó que "por acción u omisión" las tres fuerzas habían coincidido en "la exclusión".

SIN POSIBLE DESEMPATE Egibar insistió en que el PNV no tiene intención de proponer a otro candidato que no sea Atutxa y el PSE tampoco se mostró dispuesto a cambiar su propuesta. Aunque admitieron que habrá contactos, todo apuntaba a que el plazo de 24 horas para reanudar la sesión se agotará sin cambios. Se barajó que la única posibilidad de romper el bloqueo es que el propio Atutxa renuncie a su candidatura para favorecer un acuerdo. Pero no se confirmó.