La Audiencia Nacional dictó ayer una sentencia absolutoria para el etarra del comando Txirrita Balbino Saenz de Olarra. El tribunal argumentó falta de pruebas de su participación en un atentado con coche-bomba, sin víctimas, en el 2002 contra un edificio de Repsol, en el madrileño Paseo de la Castellana. El ataque se saldó con daños materiales.

A pesar de esta absolución, Saenz de Olarra seguirá en prisión, donde cumple una condena de 108 años por el intento de asesinato de los exministros socialistas José Barrionuevo y Matilde Fernández, y por un atentado fallido contra dos furgones policiales en Vallecas, también en el 2002.