Cientos de periodistas y curiosos esperaban ayer la salida de los malayos. García Marcos fue la única que conversó con la prensa allí presente. Aseguró que era "una presa política" porque nunca ha estado "del lado de la corrupción". "A veces, la justicia no hace las cosas bien; tiempo tendremos de llamar a las cosas por su nombre", advirtió con convicción. Tras abrazar efusivamente a su hija, dijo que lo primero que haría sería darse una ducha, porque había estado "dos días sin agua en la celda". Marisol Yagüe fue recibida por toda la familia al completo en su casa, a la que no pararon de llegar flores.