El expresidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo ha fallecido hoy a los 82 años en su domicilio de Pozuelo de Alarcón (Madrid) de manera repentina, según ha informado su hijo mayor. Calvo Sotelo, que fue jefe del Gobierno de febrero de 1981 a diciembre de 1982, ha muerto en torno al mediodía de "forma inesperada", ha dicho Leopoldo Calvo Sotelo, su hijo mayor. El expresidente había cumplido 82 años el pasado 14 de abril y, según su hijo, no padecía ninguna enfermedad.Leopoldo Calvo Sotelo es el primer presidente de Ejecutivo de la democracia que fallece y está previsto que la capilla ardiente se instale mañana, domingo, en el Congreso de los Diputados.Calvo Sotelo, nacido en Madrid el 14 de abril de 1926, estaba casado y tenía ocho hijos. Fue ministro de Comercio con el Gobierno de Carlos Arias Navarro, y ministro de Obras Públicas con el primer Gobierno democrático de Adolfo Suárez, además de diputado por Madrid en varias legislaturas.Sustituyó a Adolfo Suárez al frente del Ejecutivo tras su dimisión el 29 de enero de 1981. Su investidura coincidió con la intentona golpista del teniente coronel Antonio Tejero, del 23-F.Dos días después, fue proclamado presidente del Gobierno, cargo que ocupó hasta la llegada al poder del socialista Felipe González. En la actualidad, era miembro del Patronato del Real Instituto Elcano. Entierro en RibadeoEl expresidente será enterrado en la localidad lucense de Ribadeo, donde pasó su juventud y a la que estaba muy unido, según han explicado fuentes de la familia. Los restos mortales de Calvo Sotelo permanecerán hoy en su domicilio donde serán velados en la más estricta intimidad por sus allegados.Según el protocolo establecido en la pasada legislatura para las honras fúnebres de los expresidentes del Gobierno, la capilla ardiente de Calvo Sotelo se instalará mañana en el salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados para que pueda recibir el homenaje de los políticos y el resto de ciudadanos.Siempre que cuente con el visto bueno de la familia, el funeral de Estado podría celebrarse en tres o cuatro días, con la presencia de los Reyes, del Gobierno y de las altas instituciones del Estado.