El portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, hizo públicas ayer las quejas de su partido por el hecho de que el Gobierno se haya decantado por el 30 de junio y el 1 de julio para celebrar el tradicional debate sobre el estado de la nación. Caldera señaló que la elección de esos días, coinciden con el inicio de las vacaciones de muchos españoles, y supone "una falta de respeto".

El portavoz adjunto de los populares, Ignacio Gil Lázaro, acusó al PSOE de "tener pavor" al debate debido a sus problemas internos.