Los fiscales de la Audiencia Nacional Miguel Ángel Carballo y Pedro Rubiana situaron ayer al mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero en un puesto clave en el proceso independentista y calificaron la actuación de la policía de la Generalitat de «indispensable» en el referéndum del 1-O.

En su informe final esgrimieron que este mando y la excúpula política de la policía catalana «no solo omitieron toda actuación tendente a evitar» la consulta soberanista, «sino que contribuyeron a poner a los Mossos al servicio del plan secesionista» en connivencia con los dirigentes independentistas condenados por el Supremo, y «desde luego permitieron y previeron la actuación popular de confrontación con las autoridades del Estado». La acusación pública quiso dejar claro que el juicio, que entra en su recta final, «no ha sido contra los Mossos», sino contra unos jefes.