Los ministros de José Luis Rodríguez Zapatero empezaron ayer mismo a acatar sin fisuras la orden que les transmitió el presidente en la reunión matinal del Gabinete. Máxima discreción sobre la posible negociación con ETA es la consigna.

Los tres que se desplazaron ayer hasta Magaz de Pisuerga, en Palencia, siguieron al pie de la letra la recomendación. Ni Juan Fernando López Aguilar, titular de Justicia, ni su compañero de Interior, José Antonio Alonso, hicieron comentarios sobre la "esperanza" de poner fin a la violencia apuntada el miércoles por el presidente en su entrevista en TVE. El responsable de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, se negó a contestar a cualquier pregunta.

El jefe del Ejecutivo se aplicó su consejo. Llegó a Magaz de Pisuerga, pronunció su discurso ante los socialistas reunidos en las jornadas de debate que el partido celebra cada año en esa localidad, y no mencionó a ETA. Mucho menos la estrategia del Gobierno para afrontar una negociación. Cuando se le reprochó tanto viaje para no escucharle ni una frase sobre ETA, respondió: "No se puede hablar de ETA todos los días". S. G.