El Tribunal Supremo asestó ayer un golpe definitivo a las aspiraciones de la Generalitat de Cataluña de fomentar el voto en el referendo, objetivo prioritario del Gobierno autonómico, antes de que comenzara la campaña por si el sopor estatutario disparaba la abstención, pero actualmente menos urgente vistas las encuestas y visto que los dirigentes del PP, con sus intervenciones, están despertando a los indecisos del . El alto tribunal le dio la razón ayer a la Junta Electoral Central (JEC), que obligó a la Generalitat a limitarse "exclusivamente" a informar sobre la fecha de la votación

El Gobierno catalán, pese al revés, aún le sacó jugo a la situación. El portavoz del Ejecutivo, Joaquim Nadal, no se abstuvo de opinar que el Tribunal Supremo "corta de raíz la esencia misma de lo que es la convocatoria de unas elecciones o de un referendo".