El Ejecutivo socialista ha recibido un aluvión de quejas desde buena parte de las autonomías (tanto de signo conservador como progresista), por haber dado, supuestamente, trato de favor a Cataluña en lo que concierne a la posibilidad de endeudarse. Con tal rebelión autonómica en marcha, Hacienda ha optado por aclarar que el Gobierno está dispuesto a permitir a otras comunidades que sigan la senda catalana si así lo solicitan, siempre y cuando hayan tomado las medidas pertinentes para poder superar sus problemas con el déficit público.

En todo caso, las fuentes consultadas quisieron matizar que Zapatero no ha dado el visto bueno a emisión de deuda nueva por parte de la Generalitat (eso es potestad del consejo de política fiscal y financiera), sino a la refinanciación de la deuda ya adquirida y que tenga su vencimiento a lo largo del 2011.

QUEJAS DE LOS 'BARONES'

Antes de que Hacienda garantizara que otras comunidades podrán beneficiarse de lo conseguido por Cataluña, varios barones autonómicos y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, habían advertido de que no estaban dispuestos a permitir un trato diferenciado con respecto a Artur Mas. Una de las críticas más llamativas vino de la mano de un socialista, el presidente de Castilla- La Mancha, José María Barreda, quien avisó de que no aceptará ser "discriminado" a la hora de emitir deuda.

Precisamente Castilla-La Mancha y Murcia son las dos regiones que, según los datos ofrecidos en el último consejo de política fiscal, se encuentran en peor situación en lo que concierne al déficit y, por tanto, están especialmente interesadas en sumarse al acuerdo logrado entre Ejecutivo y Generalitat. De hecho, el presidente de Murcia, el popular Ramón Luis Valcárcel, ya ha solicitado una reunión urgente con Zapatero para tratar el tema.