La aportación económica del Gobierno a la sanidad autonómica puede "ampliarse un poco", según reconoció ayer la vicepresidenta, Teresa Fernández de la Vega. El pasado viernes, la portavoz amenazó con retirar la oferta de 1.000 millones de euros "si no gusta" a las autonomías, pero la presión combinada de los barones del PSOE y del PP le llevó a admitir ayer que el Ejecutivo tiene "margen" para poner más dinero. ¿Cuánto? La respuesta probablemente no se conozca hasta el sábado, en la reunión de la conferencia de presidentes.

Fue el propio presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, quien adelantó al líder del PP, Mariano Rajoy, su disposición a inyectar más dinero del Estado en el sistema sanitario. La vicepresidenta dejó entrever que el Ejecutivo tiene ultimada su nueva propuesta a las autonomías, pero rehusó explicarla y dijo que se conocerá "en los próximos días".

Fuentes gubernamentales reconocen que se ha trasladado a las autonomías una oferta deliberadamente escasa --dos pagos de 500 millones al año y otros 127 millones fruto de la subida del alcohol y la tabaco-- para tener más margen de negociación y poder ampliarla después. A la vista de lo exiguo de la ayuda que corresponde a cada comunidad --122,3 millones a Andalucía y 103,7 a Cataluña, las más favorecidas--, la respuesta a esta oferta ha sido tan adversa que el Ejecutivo ha tenido que aclarar antes de lo previsto que, al final de la negociación, habrá algo más de dinero para todas.

En buena lid, la cifra definitiva debería conocerse mañana, cuando el vicepresidente económico, Pedro Solbes, se reúna con los consejeros autonómicos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, órgano encargado de regular el marco financiero de las comunidades. Pero fuentes oficiales avanzan que será el propio Zapatero quien anuncie el sábado, en la conferencia de presidentes, la propuesta final del Gobierno.

TEMA ESTRELLA DE LA CUMBRE Con esta estrategia, el presidente pretende lograr que la sanidad sea el tema estrella de la cumbre autonómica, neutralizando así el deseo del PP de que sus barones desvíen el debate hacia las reformas estatutarias. Precisamente ayer, Rajoy reunió a los presidentes autonómicos del PP para fijar una postura común sobre la sanidad. Todos exigirán al Gobierno que consolide para siempre el pago anual de 500 millones, que aplique el modelo de financiación aprobado por el Gobierno del PP en el 2001 y que garantice prestaciones iguales en toda España.

Aunque los barones del PP rechazan subir la gasolina y la luz, su portavoz, el riojano Pedro Sanz, admitió ayer que firmarán el acuerdo para obtener la ayuda económica del Estado.