En contra de una opinión extendida entre dirigentes de su partido, el lendakari, Juan José Ibarretxe, dio ayer larga vida al Gobierno tripartito que sustentan el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB) y profetizó que la coalición se extenderá más allá de la legislatura que acaba en el 2009. Tras días de silencio, Ibarretxe quiso cortar así el cruce de acusaciones y reproches que desde el viernes pasado han ofrecido una penosa imagen del tripartito.

La prueba de las desavenencias se materializó cuando EB apoyó a una candidata del PSE en contra de sus socios de EA para presidir el legislativo de Guipúzcoa. Esta hostilidad dio paso a una advertencia del diputado y dirigente del PNV José Antonio Rubalkaba, que el sábado situó al tripartito en "fase de liquidación".

El propio portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, reconoció el domingo que su partido ya no se fía de EA y EB porque incumplieron el pacto de apoyarles en la constitución de los ayuntamientos.

Ibarretxe se dirigió expresamente a PNV, EA y EB para reivindicar que la alianza es la "apuesta más centrada" que se ha hecho en los últimos años en Euskadi.