La sesión de clausura de la Internacional Democrática de Centro (IDC), que se reunió durante dos días en Madrid, se convirtió ayer en un acto de propaganda electoral en apoyo a Mariano Rajoy y de exaltación a la figura de José María Aznar, que fue reelegido presidente de la organización.

Los nueve primeros ministros que tomaron la palabra después de Rajoy desearon a éste la victoria electoral y agradecieron al presidente español el trabajo realizado al frente de la organización. El más entusiasta fue el portugués Jose Manuel Durao Barroso, quien, tras afirmar que España "no va a desperdiciar el prestigio de que goza en el mundo", exclamó: "¡Viva el PP, viva España y viva Rajoy!".

En el acto, celebrado con una escenografía muy cuidada y un fondo musical evocativo de grandes hazañas, no todo fue sintonía. Los líderes de Noruega y Mauritania afirmaron, contra las tesis de Aznar, que hay causas del terrorismo, y citaron la miseria y el analfabetismo. El noruego, además, reclamó a la IDC un papel "entre la derecha liberal", que defiende Aznar, y la izquierda.