El director de gabinete de José María Aznar, Carlos Aragonés, protagonizó ayer una inusual intervención en el comité ejecutivo nacional del PP para pedir a Mariano Rajoy que el partido ataque con más contundencia al PSOE. Aragonés, uno de los hombres más influyentes de la Moncloa, estuvo de acuerdo con que el candidato a la presidencia del Gobierno tienda a la moderación, pero subrayó la necesidad de que el partido aumente el tono de sus críticas al partido de la oposición.

El jefe de gabinete, que rara vez habla ante públicos numerosos, manifestó ante casi un centenar de copartidarios que en el PP hay gente suficiente para hacer ese trabajo de minería, según señalaron a este diario fuentes que estuvieron presentes en la reunión. El objetivo es que Rajoy pueda exhibir una imagen de equilibrado estadista sin que por ello el partido descuide en ningún momento los ataques a la formación rival.

COMITE SELECTO La intervención se produjo un día después de que el candidato pronunciara un discurso de inusual dureza contra el PSOE y su líder, José Luis Rodríguez Zapatero. Además de ser el fontanero mayor de la Moncloa, Aragonés forma parte del selecto comité político creado por Rajoy para apoyar su campaña. Los otros miembros del núcleo duro son los tres vicesecretarios generales del PP --Rodrigo Rato, Jaime Mayor y Javier Arenas--, el presidente del PP catalán; Josep Piqué, y el jefe de la campaña, Gabriel Elorriaga.

En la reunión de la ejecutiva tomaron además la palabra el presidente del Senado, Juan José Lucas, y el presidente balear, Jaume Matas. El primero hizo un breve repaso del modelo de financiación autonómica, mientras que Matas recomendó utilizar como arma contra el PSOE al artífice de su programa económico, Miguel Sebastián, por las presuntas contradicciones entre lo que éste piensa y lo que ha defendido tradicionalmente el socialismo.

NUEVOS DARDOS José María Aznar aprovechó ayer un acto solemne en la Moncloa, al que asistían víctimas del terrorismo, para volver a censurar al PSOE por la alianza con ERC en Cataluña. En presencia de Zapatero y Rajoy, que se sentaron juntos y conversaron con cordialidad, el presidente del Gobierno subrayó que la política contra el terrorismo "no es de partido, ni de Gobierno, sino de Estado", en alusión el encuentro que el exconseller en cap Josep-Lluís Carod-Rovira mantuvo con ETA.