El general Leonel Carvalho, secretario general del Gabinete Coordinador de Seguridad portugués, aseguró ayer que no hay indicios de que la banda terrorista tenga una estructura en Portugal.

"Los hechos son que ETA alquiló dos coches en nuestro país", informó, pero eso no quiere decir que exista una célula etarra en el país. "Es muy importante agilizar y reforzar la cooperación entre los dos países", expresó, como conclusión de una reunión a la que acudieron representantes de las fuerzas de seguridad portuguesas y del Servicio de Extranjeros y Fronteras, y expertos en lucha antiterrorista de la Guardia Civil.

Mientras, en España, sigue la presión policial contra ETA. Así lo aseguró ayer el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, quien informó de que, desde el domingo, "se han intensificado los controles en la provincia de Castellón y las provincias limítrofes".

Según el relato del matrimonio secuestrado por ETA, la banda planeaba cometer un atentado a primera hora del domingo pasado. Los etarras les informaron de que serían liberados el domingo por la mañana y, posteriormente, les comunicaron que su liberación se retrasaría, al haber surgido problemas.