Mientras los Reyes y los Príncipes almorzaban con los Sarkozy en el Palacio de La Zarzuela, los ministros de Exteriores y de Interior de los dos países hacían lo propio en otro palacio, en este caso en el de Viana. Los asuntos internacionales monopolizaron el ágape. Miguel Angel Moratinos y Alfredo Pérez Rubalcaba estudiaron con sus homólogos respectivos, Bernard Kouchner y Michèle Alliot-Marie, el plan que quieren poner en marcha conjuntamente en Afganistán en las próximas semanas. Ambos países prevén enviar a un grupo de guardias civiles (unos 40) y gendarmes para formar e instruir a unidades policiales afganas, para que sean capaces de asumir la defensa de los territorios de donde han sido expulsados los talibanes.

La misión --una idea francesa-- consiste en mandar a unos 300 agentes en total de la Gendarmería Europea, un cuerpo en el que también participan otros cuatro países (Italia, Portugal, Holanda y Rumanía).