El director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, reconoció ayer que la absolución del grapo Marcos Martín Ponce del asesinato en Madrid del policía nacional Javier Sanz Morales es un hecho "muy grave y muy doloroso" para la institución, así como para los familiares del agente asesinado. Martín fue absuelto porque la testigo que le había identificado no compareció en el juicio al no haber sido localizada por la policía. Mesquida manifestó que el Estado dispone de mecanismos para evitar que esto vuelva a suceder.

El mando policial, que asistió ayer en Guadalajara a los actos celebrados para conmemorar el 30º aniversario de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO), quiso también defender la actuación de la policía en el proceso judicial contra Martín Ponce, que calificó de "correcta". La sentencia dictada por el Tribunal Supremo anula otro fallo anterior de la Audiencia Nacional que condenó a Martín Ponce a 30 años de prisión por la muerte del agente Javier Sanz Morales.

En una entrevista concedida a La Gaceta de los Negocios , la madre del agente vallisoletano de la Policía Nacional asesinado el 17 de noviembre del 2000, Francisca Morales, pidió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que endurezca las penas. Y le deseó, además, que no tenga que experimentar jamás como padre, no solo la trágica experiencia que ella sufrió entonces, sino la impotencia de ver ahora en la calle al asesino de su hijo. "Espero que no sepa lo que es perder un hijo", dijo.