Ya es una tradición asumida que los dirigentes políticos españoles arrojen las cifras del paro como armas para erosionar al Gobierno de turno y como argumentos electorales convertidos en promesas. La lucha contra el desempleo en España, cuyas tasas han figurado entre las más altas de los países desarrollados aun en épocas de expansión económica, ha llevado a los responsables de los dos partidos mayoritarios a realizar declaraciones que el paso del tiempo ha convertido en auténticos despropósitos, cuando no disparates."Los datos de paro son la mejor y más efectiva moción de censura que se puede hacer a la política económica de un Gobierno". La frase, aunque pueda parecerlo, no es de ningún dirigente izquierdista ni de un líder sindical. Pertenece a Cristóbal Montoro, actual ministro de Hacienda, y la pronunció en abril del 2009, cuando se sentaba en la bancada de la oposición. Claro que también dijo esto: "Una vez sobrepasados los cuatro millones de parados, España va a superar cualquier récord, porque cinco millones quedan perfectamente al alcance de la mano".

Ignorante de lo que tendría que afrontar en abril del 2013, se atrevió a criticar a Elena Salgado, entonces vicepresidenta del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, por tratar de "tranquilizar" al país diciendo que la situación iba a mejorar. Montoro afirmó que su partido ya está "harto" de escuchar afirmaciones de este tipo --las mismas que realiza el PP ahora-- y le preguntó a Salgado cuánto tiempo cree que se tardará en llegar a los cinco millones de parados con la "velocidad" a la que se está destruyendo empleo en España.

Sin ningún pudor

El entonces coordinador de economía del PP opinó que la ministra había llegado al Gobierno socialista para "abrir el agujero del déficit público sin ningún límite y sin ningún pudor" y le advirtió de que el endeudamiento "incoherente y desordenado" es sinónimo de "más crisis y más paro".

Dos años después, la misma Salgado tampoco se libró de emitir vaticinios sumamente optimistas, no se sabe si por desconocimiento o por ocultamiento de la realidad. La ministra de Economía reconoció en abril del 2011 que la cifra de paro era inasumible (4,7 millones entonces), pero expresó su convencimiento de que no se superarían los cinco mllones de parados.

Algunos meses antes, en enero del 2010, Mariano Rajoy prometió que cuando gobernase habría menos desempleados. "No le quepa la menor duda de que cuando yo gobierne bajará el paro", aseguró convencido en una entrevista con 'El Mundo'.

En la misma conversación con el rotativo madrileño, el líder del PP daba sus recetas económicas para hacerlo mejor que Zapatero: "Recortar el gasto requiere coraje, valentía. Yo estaría dispuesto a congelar el sueldo a los funcionarios para reducir el déficit". Esta parte, a diferencia del asunto del paro, sí que la cumplió a rajatabla el presidente.

Una de las muchas virtudes que no poseen poseen numerosos líderes políticos es la de la adivinar el futuro. Cuando Pedro Solbes era vicepresidente económico del Gobierno, insistió en numerosas ocasiones en que las previsiones de la Unión Europea sobre las tasas de paro eran "exageradas". Entonces, la UE vaticinaba para España un "preocupante" 19%.

Bodas gais

Y otra altísima dirigente del PP como Dolores de Cospedal aseguró el año pasado que en el 2013 habría "un descenso significativo" de las cifras de paro. "Antes, con los socialistas, estábamos abocados a la nada y ahora tenemos un camino, una guía que está dando resultados", afirmó en junio del 2012 la presidenta de Castilla-La Mancha, cuya tasa de paro, según la última EPA, supera la media española.

Con todo, el primer puesto en el ránquing de desprópositos lanzados por políticos que han ejercido o ejercen altas responsabilidades gubernamentales lo ocupa el antes citado Cristóbal Montoro. En diciembre del 2003, el entonces ministro de Hacienda del Gobierno de José María Aznar aseguró que si se permitían las bodas gais o se equiparaban las parejas de hechos a los matrimonios, crecería de forma alamarnte el paro.

Al ser las ventajas económicas de los matrimonios iguales para todos, homosexuales y heteros, se registraría un aumento del gasto público y para compensar esta situación --justificaba Montoro-- "hay que subir los impuestos" o bien aumentar el déficit público. En cualquiera de los dos casos, el actual modelo de crecimiento económico se romperá y los empresarios estarán menos dispuestos a contratar gente. "Es decir, el paro aumentará". No consta que en Francia, la extrema derecha use de momento este argumento en sus protestas contra la iniciativa del presidente François Hollande sobre las bodas gais.