España ya vivió en el 2002 una excepcionalidad legal parecida. Varios socios de la UE acogieron a 13 activistas palestinos que habían estado asediados, durante 38 días, en la basílica de la Natividad de Belén por el Ejército de Israel.

Tres de ellos fueron trasladados a España (otros recalaron en Italia, Portugal, Irlanda, Grecia o Bélgica) y estuvieron alojados en una casa forestal de Soria, donde la Guardia Civil los vigiló durante meses. Además, los deportados tenían que presentarse cada lunes en la comisaría. Aún no se ha informado de si, en el caso de los reos de Guantánamo, EEUU se hará cargo del coste de la seguridad.