La necesidad de impulsar el plan soberanista del lendakari, Juan José Ibarretxe, empujó finalmente a PNV y a EA a salvar su coalición para las elecciones municipales del próximo mes de mayo. El propio Ibarretxe (PNV) y su consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), intervinieron para propiciar el acuerdo, que se alcanzó en la medianoche del miércoles después de haber fracasado en dos ocasiones anteriores (en diciembre del 2002 y la semana pasada) los intentos de renovar el pacto.

El acuerdo, que se ciñe a 125 municipios en los que reside casi el 90% de la población de Euskadi y Navarra, permitirá a los nacionalistas vascos competir con posibilidades por la Diputación Foral de Alava y el Ayuntamiento de Vitoria, ambos gobernados hoy por el Partido Popular.

De haber concurrido a las elecciones por separado, ninguno de los dos partidos hubiera estado en situación de arrebatar a los populares ambas instituciones, consideradas claves por el PNV para que el plan soberanista de Ibarretxe pueda avanzar.

LA BATALLA DE BILBAO

PNV y EA corrían además el riesgo de ceder al PP el Ayuntamiento de Bilbao si no acudían juntos a las urnas.

La batalla por la capital vizcaína se prevé, en esta ocasión, encarnizada. Prueba del interés que ofrece la plaza la ha dado el propio presidente del Gobierno central y del PP, José María Aznar, con su decisión de figurar en el último puesto de la candidatura bilbaína del PP. En las elecciones de 1999, el PP se quedó a poco más de 6.000 votos y a un sólo concejal de la coalición PNV-EA en esa ciudad.