A falta de dos semanas para que empiece formalmente la campaña electoral vasca, PNV y PSE subieron ayer el tono de sus reproches cruzados con la crisis como telón de fondo. Los peneuvistas cargaron contra el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, al que recriminaron que su aportación "se limite" a la anulación de candidaturas de la izquierda aberzale "por puro cálculo electoral" en lugar de dar soluciones económicas. El socialista Patxi López simultaneó las críticas a la capacidad de gestión del PNV con una propuesta de consenso para desarrollar el Estatuto y el autogobierno vascos.

La campaña se polariza cada vez más entre Juan José Ibarretxe y López, como únicos aspirantes con posibilidades. Ambos ya han comenzado a enzarzarse en el cuerpo a cuerpo. Las encuestas pronostican un resultado ajustado, y peneuvistas y socialistas ya hacen cuentas sobre los apoyos que necesitarían para ser investidos. Los actos electorales de los últimos días han ido destinados sobre todo a cuestionar la capacidad de gestión del adversario.

LAS ILEGALIZACIONES En el PNV, ayer correspondió a su presidente, Iñigo Urkullu, el papel de ariete contra Zapatero. En la presentación de sus candidatos por Vizcaya, le reprochó que no lleve "soluciones, sino ilegalizaciones", en alusión al compromiso del Gobierno central de frenar cualquier lista que quiera suceder a Batasuna.

Tras una semana convulsa, en la que se ha conocido el contenido de un libro en el que Urkullu reconoce abiertamente sus diferencias con Ibarretxe, ambos líderes comparecieron juntos ayer para dar una imagen de normalidad. El primero contrapuso el papel de su partido, que ha sabido conducir Euskadi para sobreponerse a otras crisis "y tasas de paro del 25%", con la actitud de Zapatero, al que "la crisis le ha pillado en babia y por eso solo genera colas en el Inem".

El líder peneuvista quiso mostrarse confiado ante los comicios y justificó su tranquilidad en la "sabiduría" de los vascos. Las claves para que Euskadi prospere son, a su juicio, apostar por el autogobierno y el derecho a decidir. Ante ello, criticó las "promesas" de los socialistas, que "han asegurado que si gobiernan en Vitoria traerán la paz, pero no han dicho cómo".

LA HIPOTESIS PSE-PP El lendakari se presentó como "garante" para superar la crisis, y utilizó la ironía para arremeter contra populares y socialistas: "Su gran aportación ha sido sumar sus votos en contra de la fusión de las cajas vascas". Tras definir un hipotético gobierno PSE-PP como "un estuche vacío", afirmó que la propuesta de López es "la recesión", ya que su dependencia del Ejecutivo central implicaría una extensión de la estrategia económica de Zapatero.

López optó por mostrar un perfil más prudente y alternó propuestas al PNV con críticas a la gestión del Gobierno vasco. En la clausura de la conferencia política de su formación, en la que intervino la hija del expresidente chileno Salvador Allende, Isabel, el dirigente del PSE propuso a Ibarretxe que ambos se sienten para actualizar el autogobierno y, "desde el consenso, cerrar definitivamente el asunto de las transferencias pendientes", así como definir la capacidad de los vascos de convocar consultas. Y arremetió contra el "mito" de que el PNV "es el que mejor gestiona" el país y dijo que los peneuvistas han sido "un auténtico desastre" en este campo. Tal vez en un guiño a sus adversarios, que le reprochan su estilo Obama, López se despidió con la canción de Springsteen I´m working on a dream (Estoy trabajando por un sueño ), que el cantante interpretó en la investidura del presidente de EEUU.