A cuenta de la impugnación de listas de ANV, Mariano Rajoy recuperó ayer el terrorismo para atacar al presidente del Gobierno en la sesión de control en el Congreso, una costumbre que había aparcado las dos últimas semanas. José Luis Rodríguez Zapatero defendió el proceso elegido para bloquear el paso a las candidaturas que escondían a Batasuna y exigió al líder del PP que acate el fallo que emitirá hoy el Constitucional sobre las anulaciones ratificadas por el Tribunal Supremo.

Al jefe del Gobierno le preocupa la escalada en la que ha entrado el PP, que incluso discute las resoluciones judiciales, y achaca a los conservadores una creciente instrumentalización de la justicia, según fuentes de su entorno. Ya lo hicieron cuando el Supremo rebajó la condena de Iñaki de Juana y repiten ahora con el fallo que ratifica la impugnación de las 386 listas que pidió la Fiscalía del Estado, señalan esas fuentes. Por eso, Zapatero exigió al líder del PP que no discuta, sea cual sea, la decisión que hoy adopte el Constitucional sobre las citadas anulaciones de listas contaminadas por Batasuna.

La cuestión de si el Supremo ha reprochado al Gobierno que haya impugnado solo la mitad de las candidaturas de ANV centró el trabajo parlamentario del PP ayer en el Senado y el Congreso. Zapatero fue acusado en la Cámara alta de "estafar a la democracia", y escuchó en el Congreso que "España sabe que ha abierto la puerta de los ayuntamientos a ETA".

IMPUGNACION SELECTIVA Fue Rajoy quien lanzó el reproche más grave, al acusar al Gobierno de haber seguido un criterio de "conveniencia" electoral para el PSOE al impugnar ciertas listas aberzales. Así se explica, dijo Rajoy, que haya tumbado la candidatura de ANV en Navarra y no la del mismo partido en el Ayuntamiento de Pamplona, pese a que algunos candidatos figuran en ambas.