Los equipos negociadores de PSOE y ERC vuelven a sentarse este martes en el Congreso en un clima de esperanza. Esta cita no será la definitiva, advierten, pero sí que puede cerrarse con concreciones importantes que ayuden a avanzar hacia la investidura de Pedro Sánchez. Ambos partidos admiten que las conversaciones van bien pero se necesita tiempo para abordar un conflicto de la magnitud del "conflicto político" catalán en un contexto especialmente hostil para los republicanos, a quienes el ala dura del independentismo trata de poner contra las cuerdas. Los socialistas han acabado asumiendo las dificultades de sus interlocutores y aceptan que lo más posible es que Sánchez no sea reelegido hasta después de fiestas. "El turrón, en funciones", resumen fuentes del PSOE.

El encuentro, previsto para las cinco, ha comenzado con unos minutos de restraso. La portavoz socialista, Adriana Lastra, ha tenido que desplazarse antes a un centro hospitalario para que le hiciesen una radiografía del tobillo izquierdo, que se ha dañado por la mañana cuando bajaba las escaleras del hemiciclo para votar.

En la mesa, los mismos interlocutores de la semana pasada. Por parte del PSOE, Lastra, el ministro de Fomento en Funciones, José Luis Ábalos, y el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa. Los republicanos están representados por su portavoz parlamentario, Gabriel Rufián; el 'vicepresident', Pere Aragonès, y el 'president' del Consell Nacional, Josep Maria Jové.

Salvo imponderables, ambos partidos prevén salir del encuentro con un comunicado consensuado, si no en su literalidad, sí en el espíritu.