La hoja de ruta que Mariano Rajoy se fijó para afianzar su liderazgo al frente del PP y que se inició con las elecciones gallegas deberá validarse mañana. El líder conservador, consciente de ello, pero también convencido de su suerte, remachó ayer el mensaje que su partido ha repetido en toda la campaña electoral: una victoria clara del PP en las elecciones europeas debe suponer un cambio de rumbo político que inicie el final de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno. Rajoy lo planteó con un lema muy querido para el PP y que tiene su origen en el País Vasco: "El domingo hay que decir un ´basta ya´, porque el cambio es una necesidad nacional".

La idea se desgranó de mil maneras, tanto por parte de Rajoy como del candidato popular a las europeas, Jaime Mayor Oreja. Las elecciones del domingo tendrán una lectura interna, de futuro sobre la política española, que solo podría quedar en entredicho en función de unos porcentajes de participación que pudieran estar por debajo del 40%, la media estimada en el conjunto de la Unión Europea. Pero si se produce una victoria sobre el PSOE, Rajoy no dudará en verse legitimado.

Fue Mayor Oreja, quien en ningún momento se cuestionó la imagen proyectada en la campaña --centrada en los valores más tradicionales--, el que se refirió a la supuesta "ola de cambio" que en sus viajes por toda España ha podido comprobar. El guión se repitió de nuevo. "Ganamos en Galicia, también en el País Vasco, con Patxi López y Antonio Basagoiti, y el domingo el cambio continuará, porque nos alejaremos de Zapatero y la mayoría de los españoles se acercarán al PP", aseguró, dejando claro que para su partido el acuerdo con los socialistas vascos se ha visto como una gran victoria interna de los populares.

Pero Mayor Oreja también se refirió a la cuestión que planea sobre el futuro de Rajoy, y a la posible batalla interna si los resultados no son buenos. Insistió para ello en reivindicar el primer Gobierno de José María Aznar de 1996. Ensalzó su figura como el "mejor presidente de la democracia". Rechazó que exista en el PP una división entre "duros y blandos" y no dudó en proclamar que Rajoy "será todavía mejor que Aznar cuando los españoles lo decidan".

Los reproches del PP a Zapatero por las listas del paro, el uso de un avión militar para viajar a actos de partido y la subvención que dio la Junta de Andalucía a una empresa de la que la hija de Manuel Chaves es apoderada fueron otros ejes del mitin.