El pulso por el contencioso de Gibraltar sigue firme. Tras la llamada del primer ministro británico, David Cameron, al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para denunciar unos controles fronterizos que juzgó "desproporcionados e ilegítimos" y para reclamar el envío urgente de observadores a la Verja, este lunes ha sido el turno de Mariano Rajoy. El presidente español ha expuesto al dirigente comunitario su versión del conflicto, cuyo origen, ha recalcado Rajoy, está en el "acto unilateral de lanzamiento de bloques de hormigón en las aguas de la bahía de Algeciras por parte de las autoridades gibraltareñas". En una conversación telefónica mantenida este mediodía, el jefe del Ejecutivo ha denunciado ante Barroso esta acción, que ha calificado de "violación de la normativa medioambiental", y ha reclamado que la Comisión responda a esta denuncia.

En respuesta directa a la petición de Cameron, Rajoy ha invitado a que "la Comisión Europea envíe una delegación" para "realizar las verificaciones oportunas", según un comunicado de la Moncloa. El presidente del Gobierno ha reiterado que los controles que realizan las autoridades españolas en la frontera con Gibraltar son "aleatorios, proporcionales y no discriminatorios". Y ha puntualizado que España aplicará "medidas legales en defensa de la legalidad española y europea, y de los intereses de España y los españoles".

Tasa polémica

En el comunicado, el Gobierno también ha negado que Barroso planteara a Rajoy ningún aspecto relativo a una posible tasa de congestión, en respuesta a la advertencia de la Comisión Europea de esta mañana de que un pago fronterizo en Gibraltar sería ilegal.

En otro momento de la conversación, el presidente español ha reclamado a Barroso una vigilancia de la actividad económica del Peñón, para evitar que se vulnere la normativa europea sobre blanqueo de dinero, contrabando y fiscalidad. Y ha señalado, también en respuesta a una queja expuesta el viernes por el primer ministro británico, que su Ejecutivo sigue abierto al "diálogo" con el Reino Unido.