El Gobierno dejó ayer abierta la posibilidad de suspender el autogobierno en el País Vasco para responder al reto soberanista del lendakari, Juan José Ibarretxe, y del Partido Nacionalista Vasco (PNV). El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, no rechazó esa hipótesis cuando se le preguntó, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, si se descarta la aplicación en Euskadi del artículo 155 de la Constitución, que contempla en casos extremos el predominio de la autoridad central sobre la autonómica.

"ROMPER LA CONVIVENCIA"

Mariano Rajoy respondió que lo más importante "en este momento" es que todos los sectores sociales y empresariales hagan el mayor esfuerzo con objeto de frenar un proyecto que "busca romper la convivencia".

El vicepresidente primero recordó entonces que los estatutos autonómicos se aprobaron mediante el consenso de todos los partidos y lanzó la siguiente advertencia: "Si alguien acomete una reforma de modo unilateral, los demás podrían adoptar otro tipo de decisiones unilaterales con la misma legitimación".

La supresión del autogobierno en Euskadi es una posibilidad que airea constantemente el presidente del PP vasco y exministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Sin embargo, el Gobierno siempre se ha esmerado en transmitir públicamente que no baraja esa fórmula, a pesar de recordar que está contemplada en la Constitución. El ministro de Administraciones Públicas y secretario general del Partido Popular, Javier Arenas, ha sido siempre muy enfático al respecto.

COOPERACION DEL PSOE

Rajoy se apartó ayer de esta línea de precisiones, pero afirmó que el plan soberanista de Ibarretxe será respondido con "todos los instrumentos del Estado de derecho" y dijo contar con la cooperación del PSOE en esa batalla. El secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, se reunió anteayer con el dirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba para tratar la situación creada por el proyecto del lendakari.

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se limitó a afirmar en León que su partido "está abierto a recibir la llamada al diálogo" del PP y criticó el plan de Ibarretxe, que se comprometió a "combatir".