El décimo aniversario de la Declaración Transatlántica de Madrid, que se cumple este año, dio pie ayer al Rey para referirse a la cuestión de los lazos entre España y Estados Unidos. En la recepción ofrecida al cuerpo diplomático, Juan Carlos destacó que la relación entre ambos países "es un punto de referencia fundamental" de la política exterior española. España, puntualizó, "tiene interés en desarrollar esa relación en todas sus ricas posibilidades".

En una perspectiva más amplia, el jefe del Estado calificó de "indispensables" los vínculos que unen a Europa y Estados Unidos, y animó a impulsarlos. Entre los diplomáticos que se encontraban reunidos en el Palacio Real, el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, Robert Manzanares, prestaba atención sin pestañear. Manzanares será sustituido por el nuevo embajador. En su discurso, el Rey se refirió a los distintos capítulos de la política exterior española. Al mencionar el referendo sobre la Constitución europea, extremó su prudencia, obviando incluso llamar a la participación.

Por el contrario, puso el acento en la defensa de la Alianza de Civilizaciones, la iniciativa que lanzó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante la la asamblea general de la ONU, en septiembre pasado. Según Juan Carlos, esta propuesta intenta derribar incomprensiones, tender lazos de diálogo y cooperar en la lucha contra el terrorismo. El Rey apeló a la cooperación para "combatir los males de nuestro tiempo", el terrorismo, las enfermedades, la ignorancia, el hambre, los derechos humanos y los propios desastres naturales.