Una de las partes más polémicas del debate electoral del pasado lunes tuvo lugar cuando el presidente en funciones, Pedro Sánchez, dijo sobre el proceso de extradición de Carles Puigdemont: "Me comprometo a traerle de vuelta a España y que rinda cuentas ante la Justicia". Pablo Iglesias le afeó rápidamente esta frase, recordándole que "eso, en todo caso, corresponderá a los jueces". Pero Sánchez ha vuelto a defender su posición este miércoles en RNE, deteniéndose en el rol de la Fiscalía, que pidió reactivar la euroorden sobre el 'expresident', que huyó a Bélgica para evitar su detención por el 1-O. "¿La Fiscalía de quién depende? Del Gobierno. Pues ya está", ha dicho el líder socialista.

Sus palabras contrastan con el discurso mantenido durante el juicio al 'procés' del Gobierno, y sobre todo de la titular de Justicia, Dolores Delgado, que siempre insistió, cuando el ministerio público pidió una condena por rebelión y no por sedición (como hizo la Abogacía del Estado), en que la "autonomía" de la Fiscalía era una "línea roja".

Se da la circunstancia de que Delgado es fiscal de carrera de profesión. Entre sus excompañeros no han gustado nada las palabras del presidente porque precisamente mantienen una lucha constante con todos los Gobiernos por mantener esa autonomía a la hora de actuar como garantes de la legalidad.

Fuentes fiscales han señalado a EL PERIÓDICO los artículos 8, 9 y 10 del Estatuto Fiscal en los que se recogen las relaciones que el ministerio público tiene con el Gobierno. En el primero se regula que el presidente del Gobierno "podrá interesar" ciertas actuaciones de la fiscalía ante los tribunales. Ante ello el fiscal general escuchará a la Junta de Fiscales de Sala para estudiar la viabilidad o procedencia de esa petición y expondrá su resolución al Ejecutivo de forma razonada.

No obstante, las mismas fuentes han recordado algún episodio en el que se ha evidenciado cierto control de la fiscalía por parte del Gobierno, como el cese de Consuelo Madrigal como fiscala general del Estado por el entonces ministro de Justicia, Rafael Catalá, al negarse ella a hacer ciertos cambios en la jefatura de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y de Anticorrupción. El siguiente fiscal general, el fallecido José Manuel Maza, los realizó.

ÉL CONTRA EL BLOQUEO

Sánchez, ya en un terreno puramente electoral, ha vuelto a presentarse durante la entrevista como el único candidato capaz de poner fin al actual bloqueo político e impedir la celebración de unas terceras elecciones generales. "Solo hay dos opciones: o se vota al PSOE para que haya gobierno o al resto de opciones para impedirlo", ha argumentado. "El voto a otros sí es útil, pero no para formar gobierno, sino para bloquear la situación", ha insistido el líder socialista, que ha vuelto a dejar abiertas sus opciones de pacto tras los comicios, tanto a su derecha como a su izquierda.