La tanqueta con cañones de agua que los Mossos d'Esquadra utilizarán también a partir de ahora para dispersar manifestaciones violentas es un viejo vehículo comprado en 1994, cuando el director de la policía catalana era Miquel Sellarés, que dispara chorros hasta una distancia de 60 metros.

El director de los Mossos d'Esquadra, Manel Prat, ha anunciado hoy en la comisión parlamentaria que estudia los modelos de seguridad en los dispositivos de orden público que, además de las pelotas de goma, la policía catalana usará, como lo hacen otras policías europeas, la plataforma de lanzamiento de agua a presión para dispersar disturbios.

Fuentes de la policía catalana han explicado que este vehículo ha permanecido inactivo durante casi 20 años, los últimos aparcado en los subterráneos del complejo central de los Mossos d'Esquadra en Sabadell.

Se trata de una tanqueta modelo RC1 3500, de la marca Mercedes-Benz, de 6,63 metros de longitud, 3,10 metros de altura, y 2,40 metros de anchura, con una capacidad de 3.500 litros de agua que son arrojados a presión hasta una distancia de 60 metros aproximadamente.

Además de la tanqueta de agua, los Mossos d'Esquadra también empezaron a utilizar el año pasado por primera vez en su historia gases lacrimógenos para dispersar multitudes violentas.