El pleno del Tribunal Constitucional se ha vuelto a dividir. Pero esta vez no ha sido a la hora de pronunciarse sobre el fondo de un asunto, sino para darle curso. En concreto, se ha dividido al decidir la admisión a trámite de los recursos del PP y Ciudadanos en relación con la forma de jurar el cargo de diputados y senadores. El alto tribunal ha decidido revisar las fórmulas utilizadas por ocho votos frente a cuatro.

Con esta decisión, el pleno deberá pronunciarse sobre los acuerdos de la presidencias del Congreso de los Diputados y del Senado, así como de las Mesas de ambas Cámaras que se produjeron tras las elecciones general de abril de 2019, en los que se dieron por válidos los juramentos emitidos por determinados diputados y senadores que acataban la Constitución con la coletilla de "por imperativo legal" y añadían otro tipo de coletillas varias.

Pese a que este tipo de decisiones suele adoptarse por unanimidad, en esta ocasión solo ocho magistrados aprecian que en los recursos concurre una especial trascendencia constitucional porque el asunto suscitado trasciende del caso concreto y pudiera tener unas consecuencias políticas generales, lo que implicará la necesidad de aclarar la doctrina que el propio tribunal estableció en los ochenta.