La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, proclamó ayer que los "tiempos de reivindicación" autonómica ya "pasaron" y anunció un nuevo periodo de perfeccionamiento de los mecanismos de colaboración. La número dos del Ejecutivo anunció que, en adelante, todos los proyectos normativos incorporarán un informe de "impacto autonómico" que evaluará el efecto en las comunidades de cada norma estatal. También se comprometió a consolidar la conferencia de presidentes y a "revitalizar" la Comisión Delegada de Asuntos Autonómicos. De la Vega recalcó ante la comisión constitucional del Congreso el compromiso del Ejecutivo central con el Estatuto catalán. "No nos planteamos ningún retraso ni esperamos ninguna sentencia del Tribunal Constitucional", dijo. En respuesta a Joan Ridao (ERC), afirmó que el desarrollo del Estatut no consiste tanto en transferencias como en un "ejercicio de funciones". Opinar lo contrario, dijo, es una "visión antigua". Ridao y Jordi Xuclá, de CiU, cuestionaron su imparcialidad porque el documento lo redactará el Gobierno central.

La vicepresidenta anunció, además, la reforma de la ley de libertad religiosa, de modo que incluya la libertad de conciencia y recoja los convenios con otros cultos, además del católico. También anunció la reforma de la Constitución en cuatro puntos, entre ellos el que permitirá garantizar la igualdad de género en el acceso a la Corona española. Y anunció una reforma de la ley electoral, que solo se aprobaría con "abrumadora mayoría".

"AL ALBA" Federico Trillo, del PP, anunció su rechazo a la reforma de la ley religiosa con el argumento de que perjudica el papel del catolicismo. Criticó la operación de rescate del atunero Playa de Bakio , ya que el Ejército "no está para pagar en vez de para disparar". De la Vega expresó su "orgullo" por la actuación militar y añadió que esta "no fue ni al alba ni al amanecer", en alusión a la toma del islote de Perejil cuando Trillo era titular de Defensa.